miércoles, 8 de junio de 2011

Cable, agridulce compañía

En unos de esos insomnios que me dan, recurro a la tele, la cagada de despertarte a las 4 de la mañana y ya no poderse dormir más.

Y en los canales hay reportajes de aspiradoras y cómo han cambiado la vida de innumerables y robustos gringos; el corsé que afina la cintura y el brassier que te deja las tetas como de repisa para la barbilla; una sartén maravillosa que asa pollos enteros, con sus verduritas. Algo más debe de haber en el Cinemax, ajá, un docudrama, y lo de drama no es que sea acerca de gais el tema, me lo echo desde la mitad, y sí, está interesante, salto a HBO y hay una peli del mayo francés en 1968, dos hermanos mellizos: ella y él guapisisímos, franceses y el otro chavalo un gringuito, se hacen inseparables, mientras París arde en las barricadas y los cocteles Molotov, la termino. Al 21 el CNN en español, y de pronto una voz con fuerte acento español:

Puesh que en este momento, she quema un hoshpital en San José de Costa Rica, aún no hay un número exacto de víctimas...

Paso al 6, muy nacional y están dando las tomas del hospital en llamas, un paciente con solo el pantalón de la piyama, descalzo, trata de bajar por una cuerda hecha de sábanas verde hospital, empiezo a darme cuenta del infierno de sirenas que se oyen desde afuera, y el drama intenso que están viviendo muchas personas en ese momento. Eso está sucediendo a escazas diez cuadras de mi apartamento y me tengo que enterar por una canal español, retramistido en Atlanta para el CNN, no me doy cuenta en el momento de lo aislado que estoy debido al insomnio y a la tonta sensación que al estar encerrado en mi depa estoy a salvo de las cosas malas que suceden en el mundo. Un romano feliz en el circo viendo morir a los gladiadores o cristianos, y que tiene el morbo de que nada le sucederá a él porque se ha salvado, inmortalizado por la desgracia ajena: un tonto feliz.

El zapping me dispara a un canal cristiano que me crispa casi desde el primer momento, todos vamos a ser parte de la leña en que arderemos en el infierno, homosexuales, impíos, prostitutas, ladrones, mentirosos y estafadores, todos en las misma pira por la eternidad. Hay una mujer en un escenario con la Biblia en su mano y un micrófono inlahámbrico, tiene todas las respuestas, es ocurrente y hace reir a su auditorio, obreros y oficinistas que quieren salvarse y no morir jamás. Oran con las manos en alto, lloran, cantan, ella los golpea en la frente y caen cuan largos son al suelo, han recibido el toque divino y el cáncer, o la infidelidad del cónyugue, el hijo en drogas, la hipoteca de la casa, todo se resuelve por la gracia de Dios, cómo quisiera creer, pero apreto un botón y me aleja años luz de la salvación.

En E los artistas cruzan como exhalaciones la alfombra roja y le dicen al comentarista que sus vestidos son de Galliano, Oscar de la Renta, Armani, Chanel. Están felices, la gente los adora, quieren ser como ellos, bellos, despreocupados, ricos y envidiados. Flashes por doquier, gente linda, asistentes, fotógrafos, limusinas y mucho poder.

Caigo al National Geographic y es una canal del apopcalypsis, el clima maleado por nosotros, los desastres naturales, los aviones se caen con cientos de personas dentro, los animales se extinguen a paletadas y los glaciares se derriten junto con los casquetes polares, no hay donde ir, burning down the house.

He dado varias vueltas, películas de los años treinta, la Garbo muriéndose de tisis; películas actuales, Bridget Jones feliz de ser amada por la manera que es; bombas; vampiros descuartizando gente; una pata de cerdo en el Food Chanel, jugosa y tierna; un hombre atendido en Emergencias, todo real, disparo en el pecho, por más que se esfuerzan muere en la mesa, está desnudo y lleno de tubos, hora de la muerte... Una casa de 2 millones de dólares y los nuevos ocupantes no tienen idea de cómo decorarla y los expertos de HGTV les dan los consejos salvadores, otra vez salvación, pero solo para ellos.

Infinito, la vida new age, como escrito el libreto por Paulo Cohelo, cristales de cuarzo y chacras abiertas ante el universo.

A las 6 de la mañana el extractor de la panadería del Automercado zumba puntual y así seguirá hasta las 6 de la tarde, y no sé por qué siempre me tranquiliza, apago la tele, las luces, me vuelvo a meter entre las sábanas con mis gatas, y voy poco a poco entonándome, hasta que me doy cuenta que soñé algo, o sea, me dormí al menos 5 minutos y ya el cerebro no puede engañarme, he vencido el insomnio, no sueño que estoy depierto, ahora sueño que estoy dormido.

1 comentario:

  1. WOW! Por todos los dias que no he visto tele ya me puse al dia con tu blog, ja!

    Nuevamente te recuerdo que me encanta como escribis, segui adelante deleitadonos con tus palabras que van mas a alla de las fotos de facebook, gracias!

    ResponderEliminar