domingo, 5 de junio de 2011

Los nuevos ricos

San José fue una ciudad plácida bordeando el aburrimiento, los que vivimos esta ciudad en los años setenta y principios de los ochenta del siglo pasado (hasta que me da no se qué decir esto), nos dábamos el avenidazo desde cuesta de Moras hasta la estatua de León Cortés y de ahí otra vez para arriba en carros abarrotados; la primera Mc Donald´s, por supuesto tenía que estar en el centro, así como las principales tiendas, cines, librerías, discotecas. Tenías que ir al edificio de la Monumental a ver el cambio de noticias en la pizarra, en las elecciones políticas se convertía en un infierno de banderas y claxon a toda hora del día. San José era el pulso de Costa Rica…, pero, como si se tratara de un pastel, fue partida en dos, un advenedizo Escazú y su lazarillo Santa Ana, tomaron la situación por los cuernos y en pleno auge neoliberal, se levantaron en rebeldía y se independizaron de San José, agregándose como nueva estrella en la bandera gringa.

Y los habitantes de esa república: los nuevos ricos.

Personas que pasaron la difícil barrera de la clase alta, desde la media o la baja. Pueden haber hecho un negociazo de millones, o por vender polvo blanco y no estoy hablando de Ajax con triclorín, o bueno, no hay que ser tan envidioso del bien ajeno, se hizo rico porque de verdad se rajó el lomo trabajando, pero esa no es una fórmula que le funcione a casi nadie en el mundo (media humanidad se está rajando el lomo en este momento y nunca verán la luz), dando espacio a un montón de suspicacias.

Hasta hace poco el aparentar riqueza era de pésimo gusto y  la ostentación era vista como una cosa de polos, o bombetas, si has sido rico toda la vida no tenés por qué restregarle tus billetes en la cara a nadie, lo sos y punto. Pero ahora tenés  a los nuevos ricos, que deben tener un carro secuestrable tan caro como la deuda externa de Bolivia, un celular que te masturba mientras hablás con un cliente, y todo esto atenta contra tu mesura, se publicita un estilo de vida absolutamente indecente en que tenés que ser millonario y que los demás coman mierda.

Alguien una vez me dijo que el estatus de un nuevo rico era tener un Mercedes Benz, un condominio y un Rafa Fernández, pero ahora se han diversificado y las mujeres van a los Spas de moda y piden de todo como en botica y le jalan los pelos y le quitan los pelos de por allá, la blanquean, desodorizan, tiñen y pintan, le meten productos exotiquísimos de belleza, ¿y la cuenta?, quinientos mil, y ni arrugan sus estiradas caras, sacan una de platino que te puede cocinar las córneas con solo su brillo. Después darse una vuelta a Multi cuando les da cavanga por Miami, repleta de bolsas de los lugares chic y tomarse un capuchino descafeinado con su mejor amigo gay.

Oí también el caso de un tipo de treinta años que tenía un trabajo magnífico con una trasnacional y que hacía clavos de oro, claro, no siempre fue así, venía de una familia muy humilde, pero sus padres se esforzaron heroicamente por pagarle lo estudios, y bueno, una historia de auto superación, pero no, el huevón tenía que aparentar, y en lugar de tener una casa de dos pisos, tres habitaciones y dos baños en San Pedro, no, tiene que comprarse un huevito, pero eso sí, en una reluciente torre de apartamentos que se erectan en Esqueizu (así se pronuncia ahora), ¡hizo hasta lista en un almacén de alcurnia para su fiesta de inauguración del apartamento!, y un amigo mío que es filoso cual bisturí, me dijo que: fijate vos entre muchas lindezas, pide copas de agua de cristal, ése que de seguro que en su infancia tomaba chan en frascos de mayonesa.

Termino mi diatriba con una conversación que oí entre dos chiquis muy sofis, en un cafetín de moda:

Mirá, es mejor un new rich que un never rich.

1 comentario:

  1. Oh, Carlitos!!!
    Me encanta tu descripción del discreto encanto de la nuevaricada escazuceña...
    Sin duda, el nuevo paradigma es, en palabras de un amigo: "Que se note que hubo gasto!!"
    Los tiempos en que los ricos mantenían un perfil bajo y que la mesura era un valor, fueron sacrificados en el altar de Su Sagrado Mayami. Me da pavor ver que Escazú cada vez más quiere parecerse a un barrio gringo, y a eso le llamamos "progreso".
    Gracias Charlie por tu linda entrada de blog, que nos recuerda que no hay nada malo en tomar chan en frascos de mayonesa. Lo malo es que se nos olvide!
    Saludos,
    Gonzalo Vega

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